Pasamos un tercio de nuestras vidas en el trabajo. En este entorno se encuentran personas diferentes con hábitos, peculiaridades, problemas privados, a veces cansancio y, por supuesto, sentido del humor individual. Por lo tanto, los conflictos y malentendidos en un equipo, especialmente en uno pequeño, son casi inevitables. Mientras que algunas personas entienden bien que las expresiones negativas no siempre son personales, otras son arrastradas por sus emociones. Esto puede hacer que no puedan concentrarse en sus tareas, lo que a su vez afecta significativamente su rendimiento laboral.

Algunas personas no se dejan afectar fácilmente por las palabras y pueden dejar atrás la crítica bastante rápidamente. En cambio, hay quienes cargan esas palabras durante mucho tiempo, lo que puede tener repercusiones a largo plazo en su bienestar y productividad. Reconocer y comprender estas dinámicas es fundamental para crear un entorno laboral sano en el que todos los miembros puedan trabajar de manera eficiente y feliz.

En nuestra discusión, examinaremos cómo manejar de manera efectiva las heridas personales en el lugar de trabajo, qué estrategias pueden contribuir a la resolución de conflictos y cómo fomentar una cultura de apertura y apoyo. El objetivo es desarrollar una comprensión más profunda de cómo fomentar una convivencia armoniosa, incluso cuando surgen diferencias de opinión. Veamos este tema importante en detalle.

Separar relaciones personales y profesionales

Una forma de manejar conflictos en el trabajo es olvidar las ofensas personales y enfocarse exclusivamente en el trabajo. Es un enfoque válido y efectivo. Imagina que tú y un colega tienen una discrepancia que lleva a una discusión. No se espera que olvides, entiendas y perdones todo, pero a menudo es mejor dejar la ofensa fuera de la oficina y esforzarte por una convivencia libre de conflictos.

Ventajas

Las ofensas personales pueden poner en peligro los plazos, dar lugar a errores, cumplir tareas de manera incorrecta o insuficiente. Sin embargo, al liberarte del malestar interno y no discutir lo personal en el lugar de trabajo, puedes concentrarte por completo en tus tareas. Además, esta separación entre lo personal y lo laboral puede contribuir a mantener a largo plazo una relación profesional libre de complicaciones emocionales.

Desventajas

Si el problema es realmente serio, es posible que no puedas ignorarlo por completo. Esto significa que es posible que no puedas comunicarte con tu colega de la manera que la situación requiere. Además, ignorar conflictos personales profundos puede llevar a una acumulación de problemas no resueltos que luego pueden escalar en conflictos aún mayores en el lugar de trabajo.

Para resolver un problema, hay que abordarlo

Si sientes que no puedes simplemente dejar pasar una situación, debes abordarla activamente. De lo contrario, te retendrá y lo personal se convertirá en una carga para el proceso de trabajo. Esto es especialmente cierto cuando trabajas con el colega en cuestión en muchas tareas comunes. Mantener una conversación abierta, discutir quejas mutuas y llegar a una solución que satisfaga a ambas partes es esencial. Al abordar los problemas directamente, evitas que los conflictos no resueltos afecten tu vida laboral a largo plazo.

Quien recibe un golpe en una mejilla, no debe ofrecer la otra

Un verdadero profesional nunca permitiría ser grosero con un colega, incluso si es provocado. La profesionalidad requiere seguir siendo amable y respetuoso incluso bajo presión. Si notas que un colega muestra comportamientos tóxicos, es recomendable mantenerte alejado. Limita la interacción con esa persona a lo necesario y utiliza medios de comunicación escrita para evitar malentendidos y tener una clara documentación de la comunicación. Permanece siempre cortés y profesional.

Ten en cuenta que tener una alta sensibilidad a las ofensas puede llevar a problemas. Si no puedes pasar por alto ciertos comportamientos, es posible que con el tiempo aumente la cantidad de personas a las que consideras "enemigos". Esto puede crear un ambiente propenso al acoso. Es crucial encontrar un equilibrio entre proteger tus límites emocionales y mantener relaciones profesionales para evitar tal escalada.